Critica

Eugenio Flores, la realidad y sus matices. Capta la realidad y sus matices, partiendo de la descripción y el detalle, incidiendo, en primer lugar, en el dibujo, luego en el color y la composición. Dialoga entre sus obras, dado que posee algunas muy realistas, como la serie dedicada a los animales, caballos y gorila, mientras que sus paisajes son más cromáticos, a los que les confiere la intensidad de los sentidos, buscando la alegoría a partir de lo espectacular de sus escenarios. Investiga a través de diferentes técnicas, aplicando simultáneamente el dibujo, la superposición de tonos, la incorporación del color por zonas, considerando, en primer lugar, la fuerza de la luz y la presencia de la sombra. Sabedor de que la vida es la unión de contrarios, a lo largo de su producción pictórica, especialmente en las diversas y variadas temáticas de paisaje, incorpora la perspectiva, la presencia de la diversidad cromática, la exhibición de tonos y sutiles alegorías de gamas pictóricas, buscando la persistencia en la efusividad, en el tratamiento del agua. Considera el agua como factor de vida en paisajes emblemáticos, interiores, dado que los hace suyos, prescindiendo de los factores estéticos, buscando belleza. Exhibe el agua como denominador común de los mismos, presentada en cascadas, saltos de agua, manantiales, ríos, riachuelos, afluentes, en zonas salvajes, semi-salvajes, o, simplemente, naturales. Dibuja para concretar la composición, fijando las ideas, tocando el cielo con la tierra, ganándose el derecho de mirar para gozar. Pinta al óleo, empleando el color como protagonista, prodigándose en densidad, pero sin emplear excesiva concentración matérica, dado que prefiere decantarse en la temática paisajística en los difuminados, utilizando contrastes de tonos, mezclas de color, para conseguir exhibir la catarsis del medio natural. Preocupado por la realidad, busca resaltarla en sus obras, casi con calidad fotográfica, volviendo a recrear lo ya existente, para mejorarlo si cabe. Esta actitud se constata no solo en sus paisajes sino también en bodegones, retratos, animales, personas, planetas. Busca la luz, a partir de la concreción, teniendo en cuenta la materia, escarbando en la dinámica de lo concreto, para instalarse en la fenomenología de la luz. Capta los contornos, se interesa por la forma, para equilibrar la composición, basándose en el dibujo, para ser consecuente, para, luego, impulsarse, en busca de la luminosidad. Dual, mundo de sombras y luces, se concentra en la creación más emblemática basada en lo cotidiano espectacular. Selecciona sus paisajes, busca bodegones pensados, procurando concentrarse en los animales, como símbolo de una pureza que se ha perdido pero que continúa ahí. Prefiere reflejar un mundo ajeno a la violencia, sutil, bello, por dentro y por fuera, porque la dificultad estriba en hallar la explicación esencial de la propia existencia. En su caso su obra realista le permite ser uno con el paisaje, retornando a la naturaleza, salvaje, rural, esencial, lumínica, para encontrarse nuevamente, aunque empleando la perspectiva de la belleza. Joan Lluís Montané De la Asociación Internacional de Críticos de Arte.,



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